13 cosas que no sabías sobre los Implantes Cocleares

Los especialistas nos recomiendan optar por un implante cuando el auxiliar auditivo ya no nos aporta valor. ¿Cómo saber si hemos llegado a ese punto? ¿Qué implicaciones tiene? ¿Cómo es la vida con implante? ¿Cuánto cuesta? ¿Para quiénes está indicado? ¿Qué se puede hacer y no hacer con implante? ¿Cómo puede apoyar la familia al paciente con Implante?… Surgen muchas preguntas antes de decidir.

Hemos hablado con el reconocido Dr. Salvador Castillo especialista en Audiología, Otoneurología y Foniatría y experto en implantes cocleares en México, para dar respuesta, en lenguaje cotidiano, a estas y otras preguntas que como pacientes nos invaden sobre el implante coclear.

¿Cuál es su especialidad y experiencia relacionada con los implantes cocleares?

Estudié la carrera de Médico Cirujano en la UNAM y posteriormente la Especialidad en Audiología, Otoneurología y Foniatría, concluyendo en el año 2003. Recuerdo perfectamente que una semana antes de ingresar a la especialidad en el Hospital General de México, el Dr. Pedro Berruecos me invitó a presenciar (en una pantalla afuera del quirófano), la primer cirugía de implante coclear que se realizó en el Hospital. Como en ese entonces era un campo completamente nuevo en México (en el ámbito de los hospitales públicos), yo recibí toda la capacitación que se empezó a dar a los médicos de base del servicio… ahí fue cuando empecé a relacionarme con los implantes cocleares, desde las raíces en mi formación como especialista. Fue en el año 2005 que tuve la oportunidad de ser invitado a colaborar en el Hospital Infantil de México Federico Gómez (mi casa profesional hasta la fecha) por la Dra. Marta Rosete; ahí he seguido aprendiendo y actualizándome en el manejo del implante coclear como médico de base. He sido miembro del Comité de Expertos en Implante Coclear de la Secretaría de Salud para el programa de implante coclear del Seguro Popular de 2012 a 2017, he colaborado con dos capítulos en el libro “Implante Coclear en el Paciente Pediátrico”, he sido invitado constantemente a dar conferencias acerca de este tema (y otros, como la detección temprana de sordera, tamiz auditivo, plasticidad cerebral etc.) en foros nacionales e internacionales, y en el Proyecto Espiral Azul (del cual soy fundador y director), hemos realizado difusión constante acerca de este tema tan importante actualmente con varios cursos presenciales y en línea. Además, fundé en 2012 y soy profesor titular del Curso de Alta Especialidad en Neurofisiología Otológica Pediátrica en el Hospital Infantil de México, avalada por la División de Posgrado de la UNAM; dicho curso dura un año y está dirigido a médicos que ya se han titulado como especialistas en Audiología pero que quieren profundizar en aspectos como el diagnóstico y tratamiento de la sordera en el paciente pediátrico. En este curso, les enseño (entre muchas otras cosas), el manejo del implante coclear desde un punto de vista integral y multidisciplinario, de tal suerte que al egresar, sean capaces no solo de programar el dispositivo, sino de diseñar, dar seguimiento y coordinar un protocolo completo de implantación coclear partiendo desde cero.

En lenguaje simple ¿Qué es un implante coclear?

Es un dispositivo electrónico diseñado para proveer estímulos eléctricos a la vía auditiva con el fin de que el cerebro los interprete como sonido. A diferencia de los auxiliares auditivos convencionales que proveen sonidos al oído, el implante libera señales eléctricas directamente al nervio encargado de llevar los mensajes al cerebro.

¿Para quienes está indicado el IC?

No es una respuesta fácil: en principio, un implante coclear es para todas aquellas personas que tienen una deficiencia auditiva tal, que no puede ser mejorada a través de auxiliares auditivos convencionales y que cuentan con características anatómicas, audiológicas, e incluso culturales y familiares que los hacen aptos.

Una persona no necesariamente debe tener una pérdida auditiva tan importante para considerar la posibilidad de implantación coclear: de hecho hay personas con pérdidas moderadas pero con pésima discriminación de palabras en quienes el implante puede ser una opción.

Dr. Salvador Castillo

¿Quién no es elegible?

Existen algunas características anatómicas (como ausencia de oído interno, ausencia o deficiencia extrema del nervio auditivo) o condiciones de deficiencia neurológica muy graves que impiden por sí solas el considerar a un paciente como candidato a la implantación. Pero de hecho son unas cuantas las circunstancias que impiden siquiera intentarlo. En realidad, la decisión de implantar o no a un paciente no la toma una persona, sino que es tomada por un Comité de expertos en distintas especialidades con base en criterios específicos de cada área (audiología, cirugía otológica, terapia de lenguaje, psicología, trabajo social etc.)

Cuando una persona pierde la audición en la edad adulta, ¿Cómo puede saber si un implante le funcionaría mejor que un auxiliar auditivo? ¿Qué indicadores pueden ayudar a su decisión?

Un principio básico es el grado de pérdida auditiva: la implantación está indicada inicialmente cuando existe pérdida auditiva severa o profunda… pero cuando se habla de rendimiento o desempeño auditivo, no solo nos referimos a los umbrales de audición (es decir, al grado de pérdida auditiva): existen otros indicadores igual de importantes como la discriminación de fonemas, el índice de utilidad social, el desempeño en ambiente ruidoso, etc. Esto significa que una persona no necesariamente debe tener una pérdida auditiva tan importante para considerar la posibilidad de implantación coclear: de hecho hay personas con pérdidas moderadas pero con pésima discriminación de palabras en quienes el implante puede ser una opción. La decisión desde el punto de vista audiológico debe estar bien sustentada en un protocolo de estudio integral y evidentemente no dejar de considerar otros aspectos como el anatómico, el psicológico y el económico.

Cabe mencionar que en general, el pronóstico de los pacientes con sordera postlocutiva es muy bueno porque conservan aquello que llamamos “memoria auditiva”

Dr. Salvador Castillo

¿Qué probabilidad existe de que un paciente con sordera neurosensorial postlocutiva pueda entender el habla sin leer los labios después de hacerse un implante coclear? ¿De qué depende este éxito?

Depende de muchos factores, los principales son: el tiempo que ha transcurrido desde la pérdida auditiva (entre más tiempo haya transcurrido, el desempeño tenderá a ser menos exitoso por cuestiones de degeneración de las estructuras neurales y plasticidad cerebral), la estimulación previa a través de auxiliares auditivos, la calidad de dicha estimulación, el entrenamiento auditivo durante el uso de auxiliares auditivos, las habilidades auditivas previas a la lesión, la reserva auditiva que haya quedado posterior a la lesión, el hecho de utilizar un implante, un implante y un auxiliar o dos implantes cocleares (y en éste último caso, el tiempo que haya transcurrido entre ambas implantaciones). Cabe mencionar que en general, el pronóstico de los pacientes con sordera postlocutiva es muy bueno porque conservan aquello que llamamos “memoria auditiva”, y que se refiere a las habilidades que el cerebro tiene en materia de audición y que le será más fácil retomar una vez funcionando el implante, es decir, el cerebro recuerda cómo escuchar, y eso implica un mejor pronóstico comparado con adquirir esas habilidades por primera vez cuando no se es un bebé.

Cuando se trata de un niño que nace sordo, ¿en qué momento se sabe que es momento de hacerle un implante? ¿Qué le recomienda a los Padres que se presentan ante esta decisión?. 

En muchos países del primer mundo (como Australia), se han realizado estudios con seguimiento de muchos años, que comprueban que la implantación coclear antes del año de edad, es lo ideal en términos de desempeño lingüístico a mediano y largo plazo. Cada país tiene sus normas bien establecidas en cuanto a la edad, pero es un hecho incontrovertible que entre antes, mejor. Actualmente se acepta que la edad ideal a la cual se debe diagnosticar sordera en un bebé, es antes de los 2 meses de vida, y la edad ideal para adaptar los primeros auxiliares auditivos es antes de los 3 meses de edad. Con esos tiempos en mente, la implantación antes del año de edad sería ideal. Evidentemente la decisión debe estar sustentada en estudios objetivos que el audiólogo lleva a cabo desde el nacimiento y en el trabajo de estimulación temprana de audición y lenguaje que realizan la terapeuta y los padres del bebé.

La implantación coclear no debe ser vista como un evento quirúrgico, de hecho es un PROCESO muy largo que inicia desde el diagnóstico del paciente y que dura, de hecho, toda la vida del mismo.

Dr. Salvador Castillo

¿Cuáles son las principales causas de fracaso o en qué casos hay más fracasos?

La implantación coclear no debe ser vista como un evento quirúrgico, de hecho es un PROCESO muy largo que inicia desde el diagnóstico del paciente y que dura, de hecho, toda la vida del mismo. Es así que existen muchos “escalones” en este proceso y muchas etapas que deben ser supervisadas y trabajadas por especialistas en cada área. La principal causa de que fracase este proceso (en México), sin duda es iniciarlo tarde: cuando no se lleva a cabo la detección e intervención temprana de sordera de manera sistemática, y recibimos niños para implantación alrededor de los 3 o 4 años de edad… eso tiene implicaciones en cuanto a la capacidad del cerebro para procesar estímulos auditivos y para aprender el código del lenguaje (entre más pasa el tiempo, la capacidad plástica del cerebro en materia de audición y lenguaje disminuye de manera gradual, y esto ocurre aproximadamente a partir del año y medio de vida). Otros factores que pueden hacer fracasar el proceso, van desde una cirugía deficiente, hasta una programación inadecuada, pasando por terapia de lenguaje poco efectiva o trabajo ineficaz de estimulación en casa. En la página www.espiralazul.net existe una sección llamada “pacientes” en la cual se encuentra un artículo breve: “Detección temprana de sordera” en el que explico de manera sencilla pero detallada el proceso responsable de las secuelas lingüísticas de la sordera en el niño.

Si pudiésemos hablar de un rango de costo de hacerse un implante, ¿Cuál sería? (cirugía mas implante) 

La variación es mucha (tal vez excesiva) pues depende de una gran cantidad de factores (desde el hospital hasta el modelo de implante elegido), pero en México, podía ir desde $0.00 cuando se implantaba a través del Seguro Popular, hasta unos $800,000.00 pesos mexicanos (31,800Eur) al implantarse en un hospital privado incluyendo un dispositivo de última generación. Esto es únicamente para la adquisición y colocación del implante… pero no incluye todos los gastos previos (estudios diagnósticos y compra de auxiliares auditivos) ni los gastos posteriores a la cirugía que serán evidenciados más adelante. Recordemos que la implantación coclear, como lo dije al principio, NO ES UNA CIRUGÍA , es un proceso que dura toda la vida del paciente.

Es importante considerar que el mejor rendimiento de un implante coclear, se logra utilizando accesorios como los micrófonos remotos, que proveen de una mejor señal aunque la fuente sonora esté alejada del paciente.

Dr. Salvador Castillo

¿Qué costos posteriores debe tener en cuenta el paciente para la vida con implante? (por ejemplo, pilas, mantenimiento, deshumidificador, terapias, etc.)

Los costos de mantenimiento son, sin duda lo más pesado en términos económicos pues hablamos de gastos de por vida: después de transcurridos 3 años, hay que pagar entre $15,000 y $20,000 pesos mexicanos (600-800 Eur) por lo que se conoce como extensión de garantía en algunas marcas. Este gasto es anual durante el resto de la vida del paciente, pero garantiza que de existir falla en el procesador (no en el componente interno, OJO: ese es otro aspecto), la reparación o sustitución se realiza sin costo. Existen componentes como cables externos o bobina (antena) que no son cubiertos por la garantía y que si se descomponen generan un gasto extra que no es pequeño. Varios modelos actuales cuentan con la posibiildad de usar baterías recargables (cuya vida media puede ser de un año a año y medio aproximadamente), pero el paciente también puede elegir utilizar baterías desechables, en cuyo caso un procesador puede utilizar un juego de dos o tres baterías cada 2 o 3 días (dependiendo del modelo del aparato, tiempo de uso y también de la programación del procesador). Las terapias son otro de los factores que resultan importantes pues la terapia es el 50% de la habilitación y debe estar pensada para llevarse a cabo durante años. Los costos dependen del número de sesiones por semana o de la modalidad de terapia (existen escuelas para terapia en ambiente escolarizado en las que se cobra una colegiatura mensual, pero los niños asisten diariamente durante varias horas).

Además, es importante considerar que el mejor rendimiento de un implante coclear, se logra utilizando accesorios como los micrófonos remotos, que proveen de una mejor señal aunque la fuente sonora esté alejada del paciente. Estos también generan un costo importante y son de uso indispensable sobre todo en ambientes como el escolar.

Por último, se debe tomar en cuenta que los procesadores son aparatos electrónicos con una vida útil y que eventualmente (entre 5 y 7 años) deben de sustituirse por otro procesador que tenga mejores condiciones tecnológicas. Un procesador nuevo ronda entre los $250,000.00 y $350,000.00 (10,000-14,000Eur) y debe sustituirse varias veces a lo largo de la vida del paciente.

…al ser una discapacidad invisible, la sordera no tiene la notoriedad ni los apoyos con los que cuentan otras discapacidades.

Dr. Salvador Castillo

¿Existen en México Asociaciones o Instituciones a las que se pueda solicitar apoyos económicos para hacerse un implante coclear o para los gastos posteriores?

Existen empresas que apoyan a sus trabajadores en ese sentido, pero al ser una discapacidad invisible, la sordera no tiene la notoriedad ni los apoyos con los que cuentan otras discapacidades. Incluso, el Seguro Popular cubría todos los costos iniciales, incluyendo la adquisición del dispositivo, pero no cubría descomposturas, extensiones de garantía ni compra de procesadores para actualización. Es un tema en el que tenemos mucho que trabajar aún.

¿Existen otros tipos de implante además del implante coclear? ¿Para que casos son?

Los implantes osteointegrados son los más usados, pues sirven para proveer una señal acústica óptima por vía ósea; los utilizamos en pacientes con deficiencias en el oído externo y/o medio con función conservada en oído interno en general, pero puede dárseles otros usos en sorderas unilaterales neurosensoriales utilizando la vía ósea para que el paciente escuche con el oído bueno lo que ocurre del lado de la cabeza del oído malo.

Una de las cosas que siempre planteo a mis pacientes, es que el implante debe proveer la posibilidad de vivir sin restricciones, no de que sea una fuente de ellas.

Dr. Salvador Castillo

Cuando una persona pondera hacerse una implantación surgen muchas preguntas prácticas respecto a cómo será la vida con el IC. Por ejemplo, si se puede hacer distintas cosas con el implante puesto como: bañarse, nadar, dormir, deporte (sudar), etc. sin que se dañe. 

En la actualidad existen accesorios pensados para que los pacientes realicen la mayor cantidad posible de actividades con su procesador: pueden incluso sumergirse en el mar sin temor a que se descomponga (deje de funcionar). Esto fue pensado pues existen actividades diarias que por su naturaleza lúdica son un buen lugar para estimular la adquisición del lenguaje (como el baño). Hay dispositivos que se pueden utilizar para hacer ejercicio o incluso para que no interfieran con el uso de los lentes… una de las cosas que siempre planteo a mis pacientes, es que el implante debe proveer la posibilidad de vivir sin restricciones, no de que sea una fuente de ellas (evidentemente usando el sentido común: jamás sugeriré que se utilice para boxear por ejemplo, pero tengo pacientes que practican toda la disciplina del karate o artes marciales pero sin llegar a combatir).

¿Cómo puede apoyar la familia al paciente con Implante?

En principio, la mejor forma de apoyarlo es ser, precisamente eso: una familia. En el caso de los pacientes pediátricos implantados, cabe recordar que la terapia de lenguaje no es la que se desarrolla en el consultorio de la terapeuta, sino aquella que se da a través de la estimulación en casa… es por esto que toda la familia debe estar en sintonía con las necesidades de estimulación de los pacientes, evitando la sobreprotección y estableciendo límites claros y estrategias de crianza en el sentido amplio del término. Los especialistas, los dispositivos, las terapeutas y los accesorios pueden ir y venir a lo largo de la vida de un paciente implantado, pero su familia permanece y refuerza (o debilita, según sea el caso) todo su entorno, resultando parte fundamental del proceso.

Los especialistas, los dispositivos, las terapeutas y los accesorios pueden ir y venir a lo largo de la vida de un paciente implantado, pero su familia permanece y refuerza (o debilita, según sea el caso) todo su entorno, resultando parte fundamental del proceso.

Dr. Salvador Castillo

El Dr. Salvador Castillo es Fundador y Director del Proyecto Espiral Azul, así como, profesor titular del Curso de Alta Especialidad en Neurofisiología Otológica Pediátrica en el Hospital Infantil de México en la Ciudad de México.

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