La vida cotidiana se ha ido volviendo más y más ruidosa con el paso del tiempo. Al grado que ir perdiendo la audición ya no es un asunto de personas mayores. Vivimos a gritos, para que en medio del bullicio las personas nos alcancen a oír. Y si eres latino, sabes que no hay reunión silenciosa, evento sin música de fondo, charlas en voz baja… que valgan la pena. Vamos, entre más alto el sonido mejor.
Quienes somos padres, vivimos en la era de alimentar a nuestros hijos sin gluten, sin azúcar, con dietas bio. “¡A mi hija pura comida orgánica!” Para ellos todo lo mejor. Pero luego no nos preocupamos de exponerlos al ruido sin protección. Los llevamos a una fiesta infantil a un salón cerrado donde el griterío de niños da dolor de cabeza, no se puede ni hablar con los otros padres por que no nos oímos. Nos reunimos para ver el mundial con otras familias y la televisión está a tope, para sentirnos como en el mismísimo estadio. Para no irnos lejos, a veces el ruido en los mismos salones de clases en el cole es tremendo y abrumador. ¿Habías pensado que todo esto puede causar una pérdida de audición irreversible?
Según datos del centro de control y prevención de enfermedades en EEUU, unos 40 millones de americanos de entre 20 y 69 años tienen un daño en su audición a causa del ruido en la vida diaria, incluyendo el tráfico, restaurantes ruidosos, conciertos de rock, eventos deportivos y música con volumen demasiado alto en los auriculares. En los jóvenes de entre 12-19 años de edad, casi 2 de cada 10 presenta pérdida auditiva causada por ruido. Según la Organización Mundial de la Salud, el ruido es la principal causa evitable de pérdida de audición. Se considera que los sonidos empiezan a dañar el oído a partir de un volumen de 80 decibeles.
Una pérdida de audición sensorial se caracteriza por el daño en las células ciliadas, que se encuentran en el oído interno, dentro de la cóclea o caracol, y convierten el sonido en señales nerviosas que son llevadas al cerebro por las células ganglionares espirales. La pérdida auditiva ocasionada por una sobre exposición al ruido provoca la muerte de estas células, dañando el proceso neuronal y ocasionando la lenta degeneración de las neuronas auditivas. Este proceso es irreversible, una vez que una célula ciliada o una célula ganglionar espiral ha muerto, no se regenera. En los humanos, las células auditivas se forman cuando estamos en el útero materno y desde entonces se termina el proceso de formación del oído y nunca más se vuelve a activar.
En los últimos años se han estado haciendo investigaciones en búsqueda de técnicas para lograr la regeneración de las células auditivas en humanos y poder devolver la audición a millones de personas.
Es aquí, donde entran las células madre al juego. “Las células madre son células que se encuentran en todos los organismos pluricelulares y que tienen la capacidad de dividirse y diferenciarse en diversos tipos de células especializadas, además de auto renovarse para producir más células madre. En los organismos adultos, las células madre y las células progenitoras actúan en la regeneración o reparación de los tejidos del organismo.” (1)
“Las células madre embrionarias son aquellas que forman parte de la masa celular interna de un embrión de 4-5 días de edad. Una característica fundamental de las células madre embrionarias es que pueden mantenerse (en el embrión o en determinadas condiciones de cultivo) de forma indefinida, formando al dividirse una célula idéntica a ellas mismas y manteniendo una población estable de células madre.” (2)
Algunos centros de investigación han dado a conocer una serie de hallazgos que indican la posibilidad de usar células madre embrionarias en la regeneración de células auditivas. Esto nos acerca cada vez más a la identificación de una terapia que permita a personas con pérdida de audición sensorial recuperar la audición.
En 2012, MIT Technology Review publicó un reporte sobre el trabajo del biólogo Marcelo Rivolta de la Universidad de Sheffield en Inglaterra y sus coautores. Ellos lograron restaurar la audición en roedores sordos usando células madre humanas en estado embrionario, demostrando por primera vez que estas células reemplazan las neuronas faltantes o dañadas en el canal auditivo en el cuál atiende a la regeneración de células ciliadas del oído con el fin de que los pacientes recuperen la audición. En ese entonces, el problema era la falta de una técnica quirúrgica para colocar estas células en el oído humano sin dañarlo. El investigador Stefan Heller, quién estudia la función y regeneración de las células ciliadas en la escuela de Medicina de la Universidad de Standford, indicó al respecto que con esta terapia existe un “riesgo de provocar la formación de un tumor, un tema que acarrean todas las terapias potenciales de células madre embrionarias, está presente también en este tratamiento.”
En 2014, un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard descubrieron que los ratones recién nacidos aun conservan la capacidad de regenerar sus células auditivas. Estudiaron la posibilidad de controlar este proceso a través del uso de proteínas (Lgr5) y lograr una regeneración de células auditivas en ratones con la idea de más adelante replicar este proceso en humanos. Aquí el estudio.
Tres años más tarde, en la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey, el equipo de investigadores liderados por Kelvin Kwan lograron reproducir células auditivas a partir un gen llamado NEUROG1, en una placa de Petri. Reproduciendo este gen, que tiene un papel importante en el desarrollo de las neuronas auditivas o células ganglionares espirales, se consiguió una técnica para la potencial restauración auditiva en muchas personas. Pero sigue teniendo un lado problemático. Debido a que implica un aumento en la división celular, puede generarse una proliferación celular descontrolada que derive en un cáncer. Para ello se está estudiando usar un complejo molecular llamado Cromatina que limita la reproducción celular. Kelvin Kwan alerta que aún hay trabajo por hacer antes de considerar esta técnica segura para usarla en seres humanos.
En resumen, se está a un paso de encontrar un método seguro de regenerar las células auditivas humanas a partir de células madre y conseguir regenerar la audición de personas con pérdida de audición sensorial. Sin embargo, aun no es una terapia segura. La esperanza existe y se sigue trabajando en ello.
Mientras se da con la cura, es indispensable protegernos de estar expuestos a sonidos demasiado altos y mantener una cultura de prevención en el día a día con protectores de oídos y bajando el volumen que está en nuestras manos. La próxima vez que estés en un lugar ruidoso mide cuántos decibeles hay (bájate un App que lo haga). Te sorprenderás.
Anneliese Castro es la creadora de Casa Caracol Blog , el portal para personas con pérdida de audición. Para recibir más posts como éste vía email, suscríbete a sus publicaciones dando click en el botón “SEGUIR” en Casa Caracol o en Facebook
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